“Con la marcha de los tiempos, más las actividades
derivadas de la convivencia y los intercambios genéticos, acabamos metiendo la
conciencia en el color de la sangre y en la sal de las lágrimas...”
Ésta como otras frases, son tan cautivantes en este
misterioso relato sobre una ceguera que invade a la mayor parte de una
población. Durante todo este ciclo escolar, no me había atraído tanto una
lectura como la novela del escritor José Saramago. A decir verdad, nos dejan
tantas lecturas como para no quedarnos sin leer un día; si bien es cierto que
todas son interesantes, son prácticamente pura teoría, por el contrario, como
es de saberse, esta novela nos deja mucho que pensar sobre cómo llegan a pensar
las personas cuando se les es arrebatado (de todos) el sentido que todo el
tiempo se usa: la vista.
En esta materia, no solo me ha llamado la atención este
libro, sino, una película que vimos “Die welle” (La ola). Ésta trata sobre un
maestro que influye tanto en sus estudiantes, que ellos se involucran en el
tema que están tratando; al principio se ve algo inocente su resultado, sin
embargo, unido el grupo, va teniendo expresiones violentas en las que se llegan
a perjudicar tanto los alumnos como el maestro.
Relacionando los temas anteriores con otro texto
“Individuos o personas” se puede notar que el hombre tiene dos seres: el
primero, solo está por él mismo; y el segundo es el que tiene la intención de
saber y poder enseñar a los demás. En cualquier ser, la educación tiene la
intención de ayudar primero al individuo, así podrá explotar las capacidades que tenga como
persona y junto con la persona que tiene autoridad, puedan desarrollarse tanto
intelectual como espiritualmente.
Como conclusión podemos notar que una persona no puede
vivir en completa soledad porque de alguna u otra manera, ésta necesitará de
otras, hasta el punto en el que tenga que trabajar en equipo, así como lo
notamos en el libro y la película. Con respecto a la película, hay una parte en
la que unos niños problemáticos vieron que otros como ellos molestaban a uno de
sus compañeros tranquilo, por lo tanto, su manera diferente de ver ahora al
grupo en el que estaban, sirvió para que se solidarizaran con este y lo
pudieran defender. Finalmente, con el libro, el caso más evidente, fue en el
que la mujer que no se volvió ciega, uso esa ventaja para poder beneficiar o
apoyar en lo que pudiera a los demás.